Concretamente ¿para qué?

Recuerdo que cuando la campaña de Elián González los troglo-tirano-saurios esos del comité central lanzaron un tabloide, varias mesas redondas y hasta un libro con el siguiente titulo: “¿En que tiempo puede cambiarse la mentalidad de un niño?” y en la letra S de cambiarse el símbolo del dinero…
El texto y la muela que dieron, sinceramente no la recuerdo, pero si mantengo en mi mente la imagen de 40 mil psicólogos paseándose por la mesa redonda y todos para decir lo mismo… que al niño estaban intentando ganárselo con juguetes y cosas materiales, etc.
Ahora me gustaría lanzar una pequeña retórica a esos mismos psicólogos y muñecotes de la mesa redonda… ¿puede la ayuda material (sea mayor o menor) sustituir la presencia de un ser querido? Supongo que no ¿verdad?

Eso dando por sentado que se pueda enviar “algún salve” a los familiares que quedan en la isla. Porque no todos los que emigramos podemos, al menos en los primeros tiempos ayudar a los que quedan allá.

Me gustaría que me dijeran cuantos pantalones, pares de zapatos y celulares tengo que mandarle a mi papá para que no me extrañe ni me eche de menos.
Que me digan cuantas blusas, medias y blúmers equivalen a un buen chiste, una buena carcajada y toda una noche junto a mis amigos…
O cuántas computadoras y adornos del hogar le tengo que dar a mi mamá para que no se preocupe por si me estoy alimentando bien, durmiendo las horas que necesito y reuniendo con buena gente.
Yo estoy por el momento entre los que no pueden aunque quieren, enviar nada a Cuba.
Pero si de verdad me dieran la fórmula mágica, me mataría aún más trabajando para que no me extrañen tanto y no sintieran tanto mi ausencia, ni yo la de ellos.
Realmente rindo más, mucho más si trabajo por un objetivo bien definido y delimitado.
Supongo que eso es lo mismo que sucede con la sociedad cubana actual y por eso están los niveles de corrupción, desempleo, violencia y delincuencia como están.
Nadie quiere trabajar para el estado, ¿para qué?
¿Qué se le responde a eso?
(Seguramente ahora aparece van vi preguntando que para que me fui… cosa que le preguntaría a el… qué hace en Canadá… con los eclesiásticos…)

La solución no es enviar dinero y cosas… eso es paliativo.
Tampoco lo es quedarse allá secándose y regalándole las fuerzas, las ilusiones y la juventud a ese que no ha dado absolutamente nada más que promesas y mentiras.
Yo no tengo la solución, ya me gustaría.
Se que así no es. Ese no puede ser el orden natural de las cosas…

A ver, sinceramente me pregunto… ¿para cuando es el futuro mejor que prometen las consignas fidelistas?
¿Por qué objetivo y motivo piden que se trabaje más y más duro?
¿Dónde está ese ideal tan perseguido, ya por 50 años?

No se atisba… no se ve… no se huele… ni se imagina…

Evidentemente no estamos en el camino indicado por ahí. Vamos a intentar por otro, que puede que tampoco sea el correcto, pero ya habrá otro para seguir intentando.
Pero sin que implique tanto dolor, separación, odio, represión y lágrimas… sobre todo lágrimas.