blog colectivo de punkeros libres y locos: combinamos expresión artística con libertad de expresión... bon appétit!
a la orden del día!

Cuba
DDHH Cuba
experiencias
represión
accion por cuba
censura
foto Lia
sociedad civil
de otros...
friendship
opinion
dictadura
videitos
cotidianidad
impresiones
última hora
Damas de Blanco
cuban blogger
foto Deya :)
libertad de expresión
Cuba-2010
texto Deya
arte contemporáneo
el Sexto
democracia
noborders
represion
blogaccion
cubanos
unidad
demagogia
foto Hebert
internet
protestas
Charlie's memories - Las memorias de Charlie
Debate político
Elena
Fidel Castro
manifestacion
manipulacion de los medios
texto hebert
Camino de Santiago
Orlando Zapata Tamayo
Porno Para Ricardo
Raúl Castro
critica
cultura cubana
desde las entrañas
medidas (estupidas)
revolución
textos-pa-qué
Barcelona
Historia extraordinaria
Muchacho Enfermo
descaro con medida...
deseos
los-porno-in-action
Cine
Estados Unidos
Madrid
Musica
OMNI-zonafranca
Posición común de la UE
agresión
anaolema
entrevistas
foto BullDog
hip hop cubano
rebelión
Campaña mediática
Estado de Terror
Guamá
PNR
Yoani Sánchez
antimovimiento del rock cubano
autocensura
chivatones
concierto
de to
el mundo
punk rock
Dmas de Blanco
cuento
documental.
escuadrón patriota
Mostrando entradas con la etiqueta foto Lia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta foto Lia. Mostrar todas las entradas
FELICIDADES A NUESTRO NIÑO!!!
viernes, agosto 20, 2010
by
Unknown
·
0
¿que tu crees?
¿de qué va?
foto Hebert,
foto Lia,
friendship
poesía
se
requiere
de mucha
desesperación
insatisfacción
y desilusión
para
escribir
unos
pocos
buenos
poemas.
no es
para
todo mundo
ya sea para
escribirlos
o siquiera para
leerlos
bien, así es la cosa…
a veces cuando todo parece ir de mal
en peor
cuando todo conspira
y corroe
y las horas, días, semanas
años
parecen desperdiciados-
tendido sobre mi cama
en la oscuridad
mirando hacia el techo
concibo lo que muchos considerarán un
detestable pensamiento:
aún es agradable ser Bukowski.
y la luna y las estrellas y el mundo
largas caminatas
nocturnas
son buenas
para el
alma:
viendo furtivamente a través de las ventanas
mirando extenuadas
amas de casa
intentando escabullirse
de sus frenéticamente encervezados
maridos
nocturnas
son buenas
para el
alma:
viendo furtivamente a través de las ventanas
mirando extenuadas
amas de casa
intentando escabullirse
de sus frenéticamente encervezados
maridos
zapatos
cuando eres joven
un par
de zapatos
femeninos
de tacón alto
inmóviles
solitarios
en el ropero
pueden encender
tus huesos;
cuando estás viejo
son sólo
un par de zapatos
sin
nadie
en ellos
y
también.
para jane
225 días bajo la hierba
y ya me conoces mejor que yo mismo.
ellos se han llevado tu sangre,
eres un palo seco en una canasta.
es así como funciona?
en este cuarto
las horas de amor
aún hacen sombras
cuando te fuiste
te llevaste casi
todo
me arrodillo en las noches
ante tigres
que no me dejarán ser.
lo que fuiste
no volverá a suceder.
los tigres me han encontrado
y no me importa
Todo
Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo.
pero quizás necesitan
lluvia.
zapatos no
pero un lugar donde
caminar.
cigarrillos no,
nos dicen,
pero un lugar donde
arder.
O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da
igual.
los muertos no me
necesitan.
ni los
vivos.
pero quizás los muertos se necesitan
unos a
otros.
En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros
necesitamos
y
necesitamos tanto
Si solo supiéramos
qué
es.
probablemente
es
todo
y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo
o moriremos
porque no
lo
conseguimos.
Espero que
cuando yo esté muerto
comprendáis
que conseguí
tanto
como
pude.
(De The Roominghouse Madrigals: Early Selected Poems -1946-1966-)
Alpidio Alonso
en el nosécuál Congreso U J C (unión de jóvenes chivatones) de los pioneritos, Alpidio declara que todos los blogueros son tremendos contrarrevolucionarios y ellos en cambio tremendos superchivatones serviles lameculos... interesting...
Mis vecinos.
domingo, febrero 21, 2010
by
Deya :)
·
4
¿que tu crees?
¿de qué va?
cotidianidad,
Cuba,
descaro con medida...,
dictadura,
experiencias,
foto Deya :),
foto Lia,
texto Deya
Según Wikipedia: “Un vecino es una persona que vive relativamente cerca de otra. En un sentido estricto es un término que se aplica a las personas cuyas casas están contiguas; en un sentido más amplio se aplica a los habitantes de un mismo barrio.”

Hoy voy a hablar de los vecinos que “acompañaron” mis últimos meses en Cuba.
Algunos de ellos me han visto crecer, y nos llevamos muy bien, guardando las distancias. Con otros mantengo un trato más lejano y “formal”, el saludo y poco más.
Hay algunos que ni eso, no me soportan y no lo disimulan.
Y eso me parece bien, no es obligatorio que todos nos caigan bien.
Lo que me parece bastante despreciable es lo que hicieron los inquilinos de la puerta contigua a la mía.
Son una familia de 5 creo recordar. Incluyendo 2 adolescentes gemelas.
Situémonos un poco en contexto. Durante el año precedente a mi salida de Cuba ya no estaba estudiando, tuve que dejar la universidad al comenzar 2do año, para que no me impidieran por esa vía salir del país.
Simplemente me dedicaba a realizar los trámites para mi salida y no mucho más.
Vivía sola, en un apartamento de 3 cuartos en el Vedado porque mis abuelos que son los propietarios pasan la mayoría del año en España.
Mi mamá y mi papá me daban un poco de dinero “cubano”, aunque en realidad el mayor peso de mi manutención lo soportaba mi tía enviándome 50 euros mensuales. Actualmente, viviendo en Europa con 50 euros mensuales no hago nada, pero en Cuba tener esa cantidad todos los meses es una gran tranquilidad, en mi caso lo era ya que soy joven, y no tengo mayores responsabilidades que las propias y mi supervivencia.
Entiendo que mi situación pudiera molestar a algunos, pero no me disculpo.
Para acabar de ganarme el afecto de mis queridos neighbors conocí a los chicos de Porno para Ricardo, a Claudio Fuentes, Claudia Cadelo, Lía Villares y rápidamente surgieron fuertes lazos entre nosotros. Me visitaban bastante a menudo, como yo a ellos.
Incluso algunos fines de semana después de los ensayos de los chicos y de salir un rato nos quedábamos todos en mi casa.
Otras veces poníamos música (por ejemplo el último disco de los PPR) a niveles de volumen no demasiado privados, pero si en los horarios “permitidos” para poner música alta.
En cuanto nos pasábamos un minuto nos tocaba la puerta algún compañerito de azul, alias policía diciendo que algún vecino había llamado por el ruido, ¿sería por el ruido o por el contenido de la música?
Curiosamente cuando la presidenta del CDR ponía los Van Van hasta las 4:00 am a nadie parecía molestarle, a pesar de que el volumen era mucho más alto y por la localización de su apartamento el ruido molestaba a más personas.
Pero esto no es con la presidenta del CDR, con ella intercambiaba saludos y no me llevaba mal.
Muchos vecinos (que conmigo no intercambiaban ni miradas) cuando mis abuelos regresaban a Cuba, los llamaban para contarles mi vida durante su ausencia, la verdad ¿cómo se enteraban? Algunos vivían en otros edificios y podía pasarme todo un mes sin coincidir con ellos al entrar o salir de la casa.
A lo que iba. En varias ocasiones estando en la cocina y al mirar hacia fuera veía a alguna de las gemelas o ambas a punto de caerse (es en un 4to piso) de tan inclinada que estaba para ver o escuchar lo que hacía y hablaba en mi cocina.
Lo mismo me sucedió varias veces al ir a tender la ropa, o a tirar un cigarro por el balcón, las sorprendía con casi la mitad del cuerpo fuera intentando escuchar sin ser vistas.
Otras veces no era a las gemelas a quienes sorprendía sino a su mamá-abuela-tía (no sé, no sé quien era, soy muy mala para deducir la edad) e incluso llegué a capturarla infraganti con el oído literalmente pegado a la puerta.
¡¡¡Por favor!!! ¡Señores un poco de privacidad es requerida!
¿Eso es lo que quieren enseñarles a sus hijos?
¿Esas serán las nuevas generaciones “revolucionarias”?
Me repugnan, me dan asco.
Ya sea por mera curiosidad o por estar literalmente espiándome a mi y a quienes me visitaban.
No me importa si lo hacían porque era su trabajo o por estar presionados… los sigo considerando igual de baja calaña.
A esto le sumo las dudosas condiciones en que llegaron a la casa, ya que pertenecía (pertenecía no, perdón) era habitada por una señora que salió del país en una misión religiosa y nunca regresó y pasó muchísimo tiempo clausurada (con cinta y sello oficial en la puerta incluida).
Solo pregunto… “retórica y sarcásticamente” ¿a quienes le otorga la dictadura el favor de una vivienda habitable y decente…?
¿alguna vez una persona considerada de ideología “neutra o contraria” ha sido premiada de tal forma?
Saquen ustedes sus propias conclusiones.
Martes de arte joven con Orlando en el Patio de Karina
jueves, febrero 04, 2010
by
Unknown
·
1 ¿que tu crees?
¿de qué va?
Cuba,
experiencias,
foto Lia,
friendship,
noborders,
sociedad civil
La dirección municipal pertinente de Pinar del Río le adjudicaba toda la azotea y parte de su patio para construir un almacén, y la noticia era conocida a primera hora por medio de varios SMS de Dagoberto Valdés.
Pero a pesar de los pesares, ambos supieron serena y sabiamente agradecer tan simbólico regalo –momentáneamente claro, porque Karina no dejará de tratar de recuperar su patio en un futuro lejos de todo poder despótico- y dejar estas planchas de zinc, que los constructores colocaron antes de hacer el muro, para dividir lo más rápido posible el espacio confiscado; como escenario decorativo para las tertulias de cada martes de arte joven: el zinc gris oscuro fue cubierto de pintura blanca –purificadora- en un acto performático inmediato de denuncia y resistencia al ultraje realizado por todos los amigos de este espacio de Convivencia, (revista que trata desde ya de ir tejiendo una sociedad civil consciente en la isla) que es ahora, además de pintoresco, histórico; y una de las pocas llamas de vida autónoma no sumisa que centellea en la provincia más occidental de Cuba cada noche de martes… y futuras sesiones del habitual itinerario blogger, que lo había hecho suyo desde sus inicios.
Y el pasado martes, Dago –director de Convivencia- y Maikel Iglesias –escritor, poeta y creador audiovisual de 29 años-, ambos redactores de Convivencia, junto a Karina Gálvez, además economista y profesora; decidieron invitar a Orlando, que decidió a su vez invitarme a mí, para mi completo privilegio, porque el estar cerca de esta gente cuya amabilidad y luz rebasa todo límite por sólo una noche ha sido lo más reparador que me ha ocurrido en meses.
Además del inolvidable paseo-escape a Viñales en compañía de Dago la tarde del miércoles antes de regresar a La Habana.
Cuando llegamos pudimos ver “en vivo” las -mucho más impresionantes ahora- imágenes que habíamos visto en Internet: en el zinc se leían frases como “El amor es la fuerza que mueve el mundo” y Karina nos mostraba con total sencillez su espacio mutilado acompañado de una amplia y limpia sonrisa y de las últimas experiencias con los del “otro lado” que intentaron amedrentarla con levantarle el zinc, pintado y todo como está –porque conocen todo lo que ocurre en el interior de lo que queda de patio- por encima de los ladrillos (que visualmente están siendo utilizados por Intramuros como banner digital) para separar totalmente los dos espacios: un muro sobre otro y si es necesario un tercero encima, porque César, el más pequeño de los sobrinos de Karina, hace ruido con la pelota que intenta colar en el aro, que ahora está mucho más cerca de la casa.
Antes este niño correteaba y trepaba la mata de mango más grande de las dos que respiran ahí, y subía las escaleras para despedirse en la casita del inmenso y hermoso perro, techada y con piso de losa, en el descanso nocturno. Los intereses de los intrusos aparentemente son que nada perturbe tanto un lado como al otro, después del tremendo tormento sonoro que sufrió toda la familia cuando levantaban la atroz pared. Ahora no hay casa del perro, no hay mata de mango, no hay fregadero ni lavadero para limpiarse las manos después de saborear los mangos, y hasta un baño común a los dos espacios fue de un modo no ya absurdo, sino demente, clausurado con tres soldaduras tan simbólicas como el muro, en la puerta: ni ellos ni nosotros… Y encima amenazan con arrebatarle también la vista al menos de la baranda a modo de balcón que Karina había hecho en el techo del patio. Pero nada de esto impide a César lanzar una y otra vez la pelota hasta que logre colarla por el aro, y con esto, hacer que rebote y resuene contra el zinc del otro lado y moleste a los vecinos trabajadores, quienes lanzan su ultimátum al tiempo que la pelota rebota nuevamente y cae al piso.
Después de bañarnos y probar la mejor malanga y los tostones más ricos de Cuba en la paladar El mesón, fuimos a la tertulia, que ya cuenta con dos años, el primero de los cuales tuvo como sede la casa de Virgilio Toledo, escritor, diseñador de Convivencia y jurado del concurso Una isla virtual 2009.
La tertulia transcurrió animada por Maikel, a quien gustosamente tocó moderarla con la característica paz luminosa de los espíritus creadores.
Orlando por su parte narró las peripecias del censurado y “maldito por fuerza” Boring Home, libro de cuentos ganador del concurso “Novelas de Gaveta Frank Kafka”, y publicado por la editorial praguense Garamond y las consabidas still injustificadas palizas policíacas de los últimos tiempos en el Vedado habanémico. Y luego mostró algunos videítos –uno que otro coautoría con Silvia Corbelle, novia y amiga- subidos al Boring Home Utopics, el blog premio al mejor diseño fotoblog de Una isla virtual. Y alguno mío también. Maikel Iglesias por su parte presentó el sugerente Senderos, su último material audiovisual, idea original de Sergio Abel Suárez, que fue comentado después por el público asistente (Dimas Castellanos también estaba presente) en plena y sana convivencia de pensamiento libre.
Me gustaría presentarles Senderos, pero Orlandito fue el que lo trajo porque como siempre yo no tenía espacio (según Orlando, y también Claudia, si algún día ando con baterías y la tarjeta vacía y tiro con flash de noche y no sumerjo la cámara en ningún río o piscina, es que me abdujeron y pusieron a otra Lia en mi lugar…); pero cuando tengamos un chance lo subiremos al Youtube para que lo vean, promise!
Me dio mucha pena no registrar las palabras de Dagoberto –quien es por cierto, uno de mis pocos fieles defensores y admiradores (todavía!) de habanemia- dedicadas a nuestros pequeñitos audiovisuales experimentales, pero si no recuerdo tan mal, iba por aquí: Poder apreciar que un audiovisual no oficial y espontáneo es posible y que una Cuba real -y no la acostumbrada postal que se exhibe en la televisión nacional e internacional oficialista y en el circuito de cines (que por cierto es inexistente en Pinar y Yoa escribirá próximamente acerca de eso)-; con todas las pluralidades de las diferentes miradas y de las muchas voces limpias de la tan generalizada autocensura, está siendo realizado por autores independientes y promocionado en estos medios alternativos es absolutamente refrescante y optimista, y hace que la futura construcción de otra Cuba, ciudadana, joven y verdadera, no parezca un sueño.
Y los dejo con alguna documentación visual! En el camino a Viñales, paramos y entramos a la iglesia de la Plaza, y el total abandono en que se encuentra es sobrecogedor… aún así fueron las mejores fotos, estoy segura, hasta del mismo Orlando. Cuando estábamos arriba en el campanario llegaba el autobús de los turistas: fue todo un espectáculo ver aquella representación pueblerina casi general alzando carteles Rent A Room, Lunch, etc., mientras los turistas bajaban y sacaban los maletines y trataban de evitar tal asedio.
Me pareció estar presenciando la filmación de un filme desconocido de Alea y Tabío.
Me pareció estar presenciando la filmación de un filme desconocido de Alea y Tabío.
chau!
El Youtube me está dando error hace dos semanas, así empezó el Facebook y ya
varia gente me ha dicho que a ellos también les parece congeladas sus
cuentas...
CARA PARTIDA EN DOS
CON LA CARA PARTIDA O SIN CABEZA, eso no dira mucho , pero hay quien lo
siente, lo dice o lo escucha. Yo estuve una vez en una actividad de van
van, eso fue mucho despues de que todos los que veneran esta orquesta
hubiesen estado en uno de sus toques , el caso es que tuvo que invitarme
otro que podia pagar en cuc, dolares o ya ni me acuerdo, la entrada al
habana cafe del hotel melia cohiba que costaba 25 de esos cuc o dolares,
siempre escuche de los van van y su super musica , pero yo lo que sentia
era rock y era ajeno al ritmo del maestro. El lugar repleto de gente
bailando, las luces animadoras y los tragos de todo tipo de alcohol no
hicieron mas que sumarme a ser otro mas de aquel lugar, y me senti bien.
Luego aparecieron las ya sabidas preguntas , como cojone es que van van
cobra a su pueblo querido y representado esa cantidad de dinero por
entrar a su show? .
Pero quien coño no quisiera estar en esta orquesta viviendo como un rey
en la habana, viajando el mundo entero?
Antes de estar en este lugar , los comentarios de sus fanes y seguidores
eran los muertos a puñaladas que no habian sobrevivido a su ultimo
concierto en la piragua.
Quisiera poner mas , pero ya me entro dolor de cabeza de solo pensar en
el tema.
vamos!
Instalación visual en Casa de Las Américas
(El cartel de arriba pertenece a la muestra de arte cinético que al que la Casa ha dedicado el año)
(El cartel de arriba pertenece a la muestra de arte cinético que al que la Casa ha dedicado el año)
¿La novia de mi hermana me quiere matar?
Pudiera ser que se hubiera vuelto, no, que estuviera total y jodidamente desquiciada. No en parte, ni algo. Sino totalmente. Maldita loca. Es importante aclarar este punto para que se entienda. Bien. No a ella, ni a mí, sino más bien a la situación, entera. La cosa podría ser, dándole una vuelta pero sin distanciar mucho el ángulo, que sencillamente no me soportase. Y esto, habría que admitirlo, era una postura mutua.
La otra noche trataba dejugar a que me cogía por el cuello y me tiraba contra la puerta de la habitación contigua, la de mi madre. La otra habitación contigua es la de ella precisamente. Si se le da tratamiento de juego a todo el asunto no habría que molestarse en escribir ninguna historia. Pero no se le da. O no se lo doy y punto. No era un juego. Ella me odia. Y yo… no es que la odie pero me cuesta tolerar a las personalidades violentas y agresivas cerca de mí. Es terrible tener a una persona peligrosa rondando por ahí. Y más si se trata de alguien que vive al lado tuyo, puerta con puerta. Mucho se ha dicho de las suegras y de las madrastras pero nadie ha hablado de las nueras. Pues son igual de maquiavélicas. De una malignidad profunda puedo asegurar. O si no, de un desequilibrio pronunciado. Una locura llamativa. Un desajuste alarmante. Está loca, en fin, está absoluta y completamente loca. ¿Es esto lo que ocurre? Pero también me detesta y entonces tengo que admitir, consecuencia o no, que nos detestamos. Esto es casi todo. Cuando estaba contra la puerta y su mano me apretaba con la firme convicción de un asesino o de un loco, me pregunté en qué pararía todo. Si en realidad se atrevería llegar a los extremos, al límite del no reverso. Quizás si no hubiese habido algún testigo. Quién puede asegurarlo. Pero había. Estaba mar presenciándolo todo. Aterrorizada. Fatal como siempre. Enmudecida de espanto etílico. Y la verdad es que yo también estaba muy borracha. No muy pero bastante. Lo suficiente para no asustarme demasiado. Esa no. Pero con tales reacciones no se necesita del alcohol, o en el mejor de los casos, es más prudente que la persona en cuestión permanezca lo más sobria que pueda. Más prudente para los demás. Por supuesto. Para esa lo más aconsejable sería que se controlara si estuviera en sus posibilidades lograrlo. Si no existiera la opción de coger por el cuello a la persona que les saca de quicio o las molesta, como primera demanda. Si pudiera ser capaz de no ser tan peligrosamente histérica. Y si no tuviera tanto miedo de exponerse a los demás. He de añadir que normalmente esta persona no es afectiva nada más que con unos pocos familiares cercanos y como es lógico con su pareja. Fuera de eso, nunca deja que se le acerquen ni para el habitual saludo del beso en la mejilla y mucho menos del abrazo.
*
Mi habitación dejó de ser la acogedora aunque caótica estancia de siempre para convertirse en un burdo campo de batalla. Pequeños vidrios dispersos por el piso hacían imposible que nuestros pies martirizados tuvieran dónde pisar. Todas las cosas que cubrían la superficie de la puerta se habían caído también al piso y por todas partes, entre las latas de cerveza vacías y los restos del whisky derramado cuando el último de los vasitos de cristal se hubo roto, se esparcía un suave perfume de cantina que evaporaba los restos del incienso de sándalo que había encendido mar cuando llegamos. Creo recordar que ella sostenía ese último vaso cuando decidió cogerme con la misma mano por el cuello. De alguna forma todos los vasos terminaron hechos añicos por todo el suelo. Y por supuesto que yo fui la única resultante herida. La sábana de la colchoneta cerca del balcón empezó a mancharse de sangre cada vez que pasaba por encima. Mar daba cómicos salticos para llegar a donde yo y evitar que siguiera dando paseos nerviosos por todo el cuarto. Aunque, usualmente, mi cuarto sí parece el campo abandonado no de una batalla campal sino de un concurso alcohólico. Pero no siempre. En esta ocasión había diferentes tipos de bebidas ya consumidas regadas por todas partes, confundiéndose con todo lo demás.
- Si eres de los que prefieren los espacios vacíos, en mi cuarto podrías marearte.-Le acabé de decir con una semi-sonrisa semi-histérica a mar. Los ojos se le querían salir. Pobrecilla. Pero la seguí atormentando un poquito más: -¿Sabías de dónde viene la expresión horror vacui? -y traté de que esta vez no fuera sólo la mitad lo que asomara de mi sonrisa, menos nerviosa. –Pues de dónde salió, específicamente, no lo sé, pero viene del manierismo, antes de barroco o si prefieres desde los nazca, en las costas peruanas, pero al sur. Yo se la levanté al Lezama cuando hablaba entre otras tantas mierdas del homo vagus inconstants no me acuerdo cuándo, o sea, dónde lo leí… Y, ¿no eran los incas los que le temían a los retratos? ¿O los mayas? Bueno, alguna cultura indígena de esas le tenía espanto a que les cogieran desprevenidos y les congelaran en un dichoso retrato; justo como ésta tipa, que no soporta que le tiren fotos y es capaz de meterte la cámara por el culo si te haces el chistoso. Sí, la muy freudiana padece miedos irracionales y conductas agresivas injustificadas, de más está decirlo. Pero mar continuaba en el mismo estado. No se había movido ni un centímetro desde que me tenía a su lado y la aprehensión de su mirada fija como un alfiler en los vidriecitos regados por todas partes era más que alarmante. Como ya yo me había tranquilizado lo suficiente, ahora la nueva preocupación de ver a mar entumecida, congelada ahí en su inmutabilidad hermética, volvía a desestabilizarme.
– ¡Oye! –la zarandeé un poco para reanimarla, para que por lo menos hiciera un esfuerzo en atender toda mi perorata del vago lezamiano y los aztecas anti polaroids.
Porque si mar no me escuchaba quién coño iba a hacerlo.
*
Durante el llamémosle enfrentamiento -sólo que además de falso no describe en absoluto lo que pasó-, la música que se esparcía por el cuarto era también la más apacible. De hecho, yo por lo menos me encontraba envuelta en ella y a lo mejor por eso me fue tan penoso defenderme. Lo único que hice fue vaciarle en la cabeza toda el agua que quedaba en uno de los pomos que aplacaban la sed estimulada por el whisky -que como ya he dicho tampoco había sido tanto-, sólo cuando quedé libre de sus manos asesinas, después de unos quizás cinco o diez segundos. No más. Y propinarle algunos pomazos también en la cabeza pero sin fuerza ninguna, ridículos y tanto que toda la escena, incluyendo la estupefacción de mar en el medio de la habitación sin atinar a moverse y yo gritándole alguna barbaridad incoherente entre pomazo y pomazo a mi declarada enemiga, en la transición del susto a la exasperación; movía más bien a risa. Y eso era precisamente lo que la chiflada aquella empezó a hacer antes de salir del todo. Después que tiré la puerta a sus espaldas no sé si siguió riéndose, pero al poco rato se apareció por el balcón como un fantasmón a mascullar alguna cosa que no entendí porque empecé a gritar de nuevo la primera cosa que se me ocurría, si no muy desconectada, lo bastante mal expresada como para que no se entendiera que me refería a algo referente al territorio propio, la violación de privacidad y otras inconexas frases que nunca terminaban en un punto aunque no estuvieran relacionadas. Terminé cerrando todas las puertas a cal y canto. ¡Qué coño! No podía sentirme segura ni siquiera a las dos horas. Así que le dije a mar que me acompañara al Oro Negro de la esquina a comprar unas cuantas bucaneros. Todavía no amanecía. Era justo este momento del que dicen que es aún más oscuro. El aire se sentía bien, se sentía bien caminar junto a mar, que insistía en no emitir palabra, por aquellas dos cuadras oscuras, loma abajo. Después de la calzada un tren rechinaba y las luces de los semáforos intermitentes pestañeaban sin parar acompasándose a la fija de los carros que esperaban pacientes a que alguna locomotora pasara de largo y los dejase continuar. Compramos seis, pero mar afortunadamente no toma cerveza. Y como estaban en su punto, casi casi congeladas, me las fui tragando de una en una y a la quinta se me empezó a olvidar todo el asunto. Y caí en una somnolencia que el suave jazz ligero y reconfortante que inundaba mi cuarto, unido al sonido constante del ventilador y la mudez persistente de mar, pronto convinieron en un apacible sueño cuando el sol todavía no empezaba a empujar inútilmente sus radiaciones contra la hermética habitación.
*
Cuando me desperté mi testigo en mutis había desaparecido. Y no supe en primera instancia si todo habría sido parte de un sueño extraviado en la memoria. Pero después todo fue llegando en relámpagos junto a los pocos rezagos de la resaca aniquilada en las nueve o diez horas que me pasé durmiendo. Ja, con que la novia de mi hermana había querido, no, me había cogido por el cuello y permanecía seguramente bajo el mismo techo, tan tranquila. Vaya. Qué hacer. Me acordé de una conversación con mi amigo alek, acerca de las personas violentas, y se me ocurrió la imagen de un perro que está tirado en algún rincón, y no quiere ser perturbado: pero de pronto viene alguien, probablemente el dueño, y le revuelve las orejas a sabiendas de que al perro no le gusta mucho que le hagan eso cuando está tranquilo, y zas: lo muerde, a su propio dueño. Un perro no debe ser muy consciente de la responsabilidad filial ni un carajo. Por eso la mordida es para comunicarse sin dejar lugar a dudas: no me molestes. Creo que la reacción de mi cuñada fue exactamente la misma. O si no bastante parecida.
Recopilo los extractos de recuerdos que me han permitido conservar el whisky y la cerveza del día anterior. No es mucho. Pero saco a conclusión que cuando ella decidió cogerme por el cuello fue porque la molesté seguramente, no revolviéndole las orejas ni nada por el estilo, pero a lo mejor diciéndole alguna verdad muy grande. O estropeándole algo el orgullo o tocándole en algún punto agudo alguno de sus múltiples complejos. Por supuesto todo esto no es más que pura y vacía especulación. Pero se siente bien formularla, aunque sea.
La cosa había ido por aquí. Ella trataba de extraerme algún tipo de información. No sé bien qué ni con qué propósito, pero su malignidad no tiene límites así que los propósitos tampoco. Hablábamos de Freud, creo, y yo mencionaba sin mucho interés que el tipo estaba frito, que en algún momento llegó a rezagarse tanto que simplemente sus teorías llegaban a ser muy estúpidas. Por supuesto ninguna de mis propuestas estaban bien argumentadas ni mucho menos, sino más bien escupidas de cualquier forma como para ofender al más pinto. Entonces ella empezó con aquello. Algo del inicio. El inicio de todo. De dónde venía. Qué significaba. Cuando me cansé le grité que el inicio no podía existir, partiendo de que todo parte de algún lugar, en donde a su vez ya todo ha empezado; aunque esto en sí se contradecía bastante. El caso es que empezamos una discusión absurda. Y yo ya mostraba síntomas de mi acostumbrada paranoia, exaltada con el alcohol, el que tarde o temprano me la estimula: siempre hay alguien que trama algo contra mí, alguien que me quiere sacar información… y esto del método aristotélico entonces fatal para mí porque los interrogatorios son una de las cosas que más rechazo en este mundo. No tolero que alguien me cuestione mucho nada. Me pongo que crispo, y aquello de las preguntitas filosóficas se había ido un poco de las manos. Terminé expulsándola, botándola de mi cuarto. Y con todo derecho, puesto que no estábamos si no en mi espacio. Y este fue el detonador. Sacarla de ahí. De esa forma. Intentar que se fuera y no de la manera más sutil. Ya sé que no soy una autoridad en materia de diplomacia. Reconozco mi barbarie. Y a cambio obtuve otra. Quizás, pensé más tarde, lo que había tratado de hacer con eficacia era marcar de una vez el inicio de una guerra entre nosotras, definir con exactitud y para siempre la poca simpatía que hasta ese momento me(nos) había(mos) tenido. Aunque bajo aquella descarga de adrenalina se hubiera dicho que nadie podría pensar ni actuar objetivamente. Desperdicio de euforia. Pero, ¿quién había empezado? Y aún más importante, cuándo.
*
Pasaron los días. Las semanas. Los meses. Le había prometido a mar que trataría de poner en palabras escritas toda aquella historia. Si podía. Si me lograba sacar algo en claro. Aquí está mi intento. Escrito en dos largos y únicos intervalos de tiempo. Al final descarté la idea de que tuviera un plan pensado desde hacía rato para eliminarme. La de que estaba loca no. Poco después recordé algo de lo que había soñado ese día, tras las diez horas seguidas que había dormido: mi cuñada era atenta, amable, casi una persona cordial. Tomábamos té tranquilamente en mi habitación, rodeadas de música clásica y lámparas cálidas, y manteníamos una conversación de lo más afable, acerca de la ubicuidad y los egipcios, vaya a saber por qué, a mitad de una partida de ajedrez, ni muy aburrida ni muy interesante, entre mi hermana y yo. Aunque nuestros puntos de criterio eran muy diferentes todo estaba bien: ninguna levantaba demasiado la voz. Se podría pensar que era el espacio común de dos amigas, nadie lo hubiera negado. Ninguna parecía ajena a la otra. La comunicación fluía y se conectaba con todo lo demás. Nada podría haber amenazado la apacibilidad y naturalidad de tal escena. De alguna forma estaba fuera del tiempo. Y el tiempo en que transcurría a su vez era un tiempo muerto: nada empezaba y nada acababa: todo pasaba, simplemente, todo pasaba como si nada, como la cosa más normal del mundo. Esa fue, en el sueño, la última vez que nos recuerdo hablando.
fucking hot!
Fucking shit, me digo mientras atravieso el desierto de 40 grados que supone el paso del Capitolio.
En la escalinata los turistas jadean y se tiran fotos llenos de pamelas y telas protectoras.
Abajo un carrito pone bien grande: ALL IS COLD: se venden ahí refrescos, cervezas y helados… a precio de turista.
Mierda, me repito porque el calor es tan insoportable que apenas puedo arrastrar mis sandalias bajo el granito ardiente.
En la esquina un carrito algo más diferente: tanto más porque abunda: de hecho se encuentra en cada esquina de La Habana, que es como se le llama a la parte más vieja de la ciudad, donde hay más hoteles, más tiendas y más gente. Y donde el sol parece estar más violentamente presente.
Créanme, en el Vedado el calor se siente diferente, caliente igual pero más suave, el diablo sabrá por qué.
Y no hablemos de municipios como 10 de Octubre o Alamar, que son absolutamente intransitables a pie, o en bicicleta, o en camello.
Generalmente yo me muevo a pie, y en botella, cuando la distancia es muy grande. Lo que supone ardua espera al sol en el semáforo más cercano.
Me acuerdo de lo que decía Cortázar evocando un mundo más razonable: todo sería de plástico y en los televisores habría paisajes tropicales para los habitantes de Reijavik, y vistas de igloos para los de La Habana, “compensaciones sutiles que conformarán todas las rebeldías”… más allá de toda ingenuidad del no tan bueno de Julio, la imagen del igloo me tranquiliza ipso facto, así que apuro el paso hasta llegar a ese otro carrito en la esquina del Capitolio, frente al Gran Teatro.
Su proximidad ya implica cierto alivio. Es uno de los carritos de granizado.
De fresa, o “jarabe de venadrilina” como se estiló alguna vez, no sé con qué propósito maléfico de las autoridades que como se sabe siempre están atentando contra la tranquilidad y seguridad del pueblo: conspiraciones como la venadrilina en el granizado o la venta ilícita y propagadísima del parkisonil de los viejitos esquizofrénicos en casi todas las cuadras de casi todos los barrios, con puntos de venta muy cercanos por cierto a los mismos comités de chivatonería, nunca se han verificado… pero lo que entra en duda tiene un margen de credibilidad innegable, por mucho que la gente se haya vuelto tan paranoica en La Habana. Yo incluida. Como sea, estas dos sustancias son lo más eficaz que puede haber en mantener a todos controlados y adormecidos, inofensivos más bien. Y para colmo este fucking clima es el favorecedor número uno para inmovilizar a cualquiera. Así que me parece delicioso e inmediatamente refrescador el maravilloso granizado, contenga lo que contenga.
Aunque no me gustaría mucho la idea europea de rociar a la gente con mangueras de agua cuando las oleadas de calor mortíferas, eso tampoco vendría demasiado mal aquí. Pero bueno, supongo que entonces le faltaría el agua a media Habana, como casi siempre por demás, y la solución devendría problemazo.
Tropiezo entonces con un viejo amigo. Candela, me dice, la cosa está que arde, chama. Ya no puedo vender más discos (él vende DVDs de películas de acción en el cuchillo de Zanja) en el barrio Chino, van a sacar una tonga de decretos contra el que no pincha oficialmente en edad laboral. Además el transporte va a disminuir, porque van a reubicar a todo el mundo por municipio, y si tú eres del Cerro, tienes que trabajar ahí, por la falta de petróleo, que ya parece que el Chávez se lo tumbó al general.
Saboreo mi granizado mientras seguimos caminando bajo un sol de mil demonios. De pinga, asere. Todos los negocitos que tiene la gente por la izquierda se van a ir del aire. Y pienso cómo algunos pudieron imaginarse un cambio positivo luego del pase del mandato y la revolución bolivariana. Lejos de extender van a centralizar más todavía la economía ésta de mierda que tenemos. Los productos exportados van a desaparecer. Eso ya lo he podido comprobar en algunas tiendas. Todo tiene que ser de producción nacional, y como no se produce ni carajo, pues lo que viene es otro período más especial todavía. Hace demasiado calor, le digo a mi amigo, para atormentarse tan temprano, calma, búscate una pinchita más o menos en la Casa de la Cultura o algo, a ver si no acabas como el pobre de Pánfilo, que a las cosas ya no se le llaman por su nombre, y lo que cogió el pobre tipo fue la temida ley del vago y se jodió. Así que asegúrate un tallercito literario o algo por el estilo que te deje tiempo para otras movidas que la cosa se pone dura, chama. El cubano siempre ha tenido una mirada azorada, un chisporroteo de locura exacerbada por el calor y la carencia.
Mi amigo no se escapa a esta mirada ansiosa. Con grandes patas de gallina alrededor de los ojos, y una piel irritada y chamuscada que ha perdido toda pigmentación original. Lo abrazo y se aleja dando tumbos por la calle humeante. Con un libro bajo el brazo y un granizado en la mano.
Una gorra cubre su calva incipiente de apenas cuarenta años.
Los turistas siguen haciéndose fotos desde lo alto del Bus Rojo destechado.
No sé cómo resisten esta temperatura.
No sé cómo resisto esta temperatura.
Tiro mi vasito de papel en la papelera más próxima.
Sigo arrastrando mis sandalias con pasos apurados para escapar del sol.
Fucking fucking SHIT! Calor de mierda.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
punkyarroceras

¡Que no te los quiten!
aRRoz con pUnK by Deyanira Pijuan & Lia Villares is licensed under a Creative Commons Atribución-No Comercial-Licenciar Igual 3.0 España License.
Based on a work at arrozconpunk.blogspot.com
aRRoz, since when?
#LibertadDeExpresión

by sickboy
#FreeElSexto AHORA!!!
Firma la Demanda Ciudadana por Otra Cuba
principal collaborators
Orlandito!
Ciro!
Bló del tal Lauzán
occasional contributors de nuestro super-team aRRoz
so far: la Faby, Charlie Bravo, Garrincha, Mickey, L Λ v Z x η (el Guamañanga), Elena V Molina (Turndem--on), Carpio...
vota x aRRoz!
PETICION CIUDADANA por los derechos LGBT
guestbook arrocero
la Deya : )

La Habana, 1988
Deya : )
21 años (eso era antes... ya son 22), habanera adicta a sus amigos.
Tiene 1er año de psicología y comenzó 2do, pero tuvo que dejarlo para poder salir del país.
Fanática de los gatos y los animales en general (pero los gatos...)
Actualmente vive en España, alejada de sus amigos.
Su manera de luchar, gritar y desahogarse del dolor que le provoca esa lejanía es precisamente con el blog. Esa catarsis la mantiene cuerda.
No le perdona al gobierno que la haya obligado a emigrar de su país para poder asegurar su futuro.
Amante de la música en general, del rock, soul, blues y del estilo de vida hippie de la década de los 60.
Lia, 33, habanémica con fases de reclusión ermitaña ciberespacial y otras de peregrinación nocturna por la ciudad (o cualquier parte de Cuba).
Toca tremenda guitarra, porque para eso está en la escuela de música desde niña.
Lleva el blog Habanemia desde hace un tiempo.
Aún sigue encerradita en Cuba, pero lucha porque no logren callarla; va ganando la pelea.
Lee lo que le caiga en las manos, escribe lo que le pase por la mente (poemas, relatos, ensayos) y consigue y devora los mejores documentales censurados que recorren la Habana.
Toca tremenda guitarra, porque para eso está en la escuela de música desde niña.
Lleva el blog Habanemia desde hace un tiempo.
Aún sigue encerradita en Cuba, pero lucha porque no logren callarla; va ganando la pelea.
Lee lo que le caiga en las manos, escribe lo que le pase por la mente (poemas, relatos, ensayos) y consigue y devora los mejores documentales censurados que recorren la Habana.
Muchacho Enfermo
Me gusta pensar que soy experto en una cosa: en mí.
El mundo tiene un modo de sorprenderme constantemente por lo que he dedicado mucho tiempo a entenderlo, un evento y un lugar a un tiempo. "Sin lucha no hay progreso" Frederick Douglas
El mundo tiene un modo de sorprenderme constantemente por lo que he dedicado mucho tiempo a entenderlo, un evento y un lugar a un tiempo. "Sin lucha no hay progreso" Frederick Douglas
Blanca

Un “reality blog” es un diario poético de lo que fantaseo. Lo hago con dibujos, pinturas y palabras. Es una realidad fantástica porque no existe. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Ninguna de las personas que me rodean estan retratadas en las historias que intento contar. Como en los sueños, todos los personajes y las historias solo reflejan un aspecto de mí misma.
Hebert: 27 añitos, nació en La Habana, y a pesar de no haber salido nunca de Cuba, es más ciudadano del mundo que muchos "nómadas internacionales". También está escapa'ito en música porque hizo la escuela esa que pasan los músicos y los artistas. Toca el bajo y chafarrea la guitarra. Es el bajista de Porno Para Ricardo desde hace un ratico ya, con los consabidos problemas que eso acarrea (incluido el no poder graduarse de la escuela, o sea que no le dan el diplomita). Actualmente, al igual que Lía, se debate en la interrogante de que será más digerible y nutritivo un cable de teléfono o un (cayendo en desuso) cable eléctrico. La dictadura esa se la pone más dificil cada día.
Ana Olema

Holguín, 1986. Muchas personas pierden el tiempo en la internet, pero es su derecho democrático y tienen la opción de decidir si desean hacerlo o prefieren ir al underground cibernético. Si te parece mejor despertar porque estás asqueado del tarot, los iphone, o las estrellas de cine... busca en los túneles ocultos, las callejuelas del ciberespacio donde los renegados bendicen su reino, y los poderes, no como antes, se quedan con las manos atadas. Si eres cubano, fuera y dentro de Cuba, haz contrainformación, creo que es deber de todos. Y no se trata sólo de información estrictamente política, cualquier cosa interesante, una canción, una imagen, manuales, todo es útil en estos tiempos de guerra. Por tanto, disfruten esta mina de oro invisible, escarben y saquen su premio. Pues, esta cubana de La Habana Vieja sigue siendo viciosa al café y a la información.
Lizabel Mónica
La Habana, 1981.
Escuchar, leer, observar como si todo fuera enteramente nuevo, enteramente único. Luego escribir. O bailar. O gritar. Cuando caigo muerta, me desconecto por un rato. Y entonces tú me despiertas con tu voz, tus letras o tu manera particular de mover tu figura bajo la luz. Luego escribir.
CAsT0r JABAo
Conversación en tiempo de boleros
fans arroceros!
our links
éstos están en talla! : )
hush
