Lia Villares, presa
domiciliaria
10 de diciembre de
2016 La Habana, 4pm
Encuentro con el
agente “Alexei” de la sección 21
-Adónde Ud. va?
-A mi ensayo?
-Dónde es eso?
-Tú sabes bien
donde ensayamos.
-En casa de Gorki?
Pues hoy no vas a ir casa de Gorki. Ni a ninguna otra parte. Así que
acompáñame a la patrulla.
-Ninguna patrulla,
me regreso a la casa.
-Como quieras.
-Qué edad tú
tienes mi vida?
-Yo? 24 años
-Qué suerte, eres
muy joven y estás a tiempo para rectificar.
-Yo no tengo nada
que rectificar.
(Portazo)
Alexei (desde abajo
hacia la ventana, bajo la llovizna):
-Me puedes abrir
para hablar contigo cinco minuticos.
-No
-La patrulla se va a
quedar allá abajo. Si vuelves a bajar el día de hoy, estás
detenida. Fíjate bien, porque tú me acabas de decir que yo soy
joven y puedo rectificar, este es un mensaje para que se lo
transmitas a Gorki, no quiero amenazarlos, porque todo eso que
ustedes dicen que nosotros hacemos, los golpes y todo eso, son
mentiras. Mira: a partir de ahora las cosas van a ser bien diferentes para
ustedes. Eso que hicieron el otro día, subir para casa de Gorki y
festejar lo que no tenían que festejar, eso no se va a repetir y va
a tener graves consecuencias. Esos viajes que han estado teniendo,
pudieran disminuir, al igual que las visas americanas han estado
disminuyendo. Díselo a Gorki, no
es para asustarlos, es para que lo reflexiones con tu almohada y tú
también puedas rectificar. Y si vuelves a salir con esa chaqueta, te
vamos a detener.
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