Esta entrevista fue publicada en el diario La Razón el 15 Junio del 2010 en la edición digital.
Fue realizada por el periodista Alberto Rubio mientras me encontraba en Madrid y días después salió en la versión de papel con una versión resumida.
Es una joven en La Habana, miembro de del grupo de blogueras vinculado a Yoani Sánchez y creadora del blog "Arroz con Punk". Cuando cursaba su segundo año de la carrera Psicología tuvo que abandonar su patria cubana. Actualmente, vive en España. No perdona al régimen castrista que la haya obligado a emigrar para asegurar su futuro. El pasado mes de abril recorrió 170 kilómetros del Camino de Santiago para reivindicar la libertad de los presos políticos y en apoyo a las Damas de Blanco
Llegó a España hace poco más de un año para vivir con sus tíos. Pero tuvo que dejar atrás a sus padres, que siguen en La Habana. Antes de irse conoció a la más famosa de las blogueras, Yoani Sánchez, y a muchos otros de los jóvenes contestatarios que utilzan la red para respirar su palabra más venerada: libertad. “Yo no tenía mi blog allí, principalmente por falta de acceso a internet, así que lo abrí al llegar a España”, afirma Deyanira Pijuán. “Pero los últimos meses que estuve en Cuba se me estaba gestando el espíritu de hacer algo. Supongo que si no hubiera salido de Cuba hubiera acabado abriéndolo allí”.
–Hay quien duda de vuestras acusaciones de falta de libertad porque podéis criticar desde los blogs, aunque estéis en la isla, y no pasa nada…
–Eso es lo que parece. Pero es que la opinión pública y un cierto reconocimiento internacional actúan como un escudo. Nos protegen. Saben que cualquier acto represivo contra ellos será denunciado inmediatamente. Otros opositores no cuentan con tantos medios para hacer saber lo que está sucediendo. Pero de todas formas hay una fuerte represión.
–Eso es lo que parece. Pero es que la opinión pública y un cierto reconocimiento internacional actúan como un escudo. Nos protegen. Saben que cualquier acto represivo contra ellos será denunciado inmediatamente. Otros opositores no cuentan con tantos medios para hacer saber lo que está sucediendo. Pero de todas formas hay una fuerte represión.
–¿Cómo se detecta esa represión?
–Se siente. Notas que hay gente vigilándote constantemente. Tengo amigos a los que les pincharon el teléfono. Estoy al 99% segura de que leen los correos. Incluso hay blogueros que han sido golpeados, secuestrados sin orden de detención, sin nada, arbitrariamente. Simplemente los montan en un auto y los sueltan horas después en cualquier lugar. A Claudia Cabelo no la dejaron entrar hace poco a la Muestra de Jóvenes Realizadores. La seguridad del Estado le dijo impunemente “tú no puedes entrar aquí”, así, sin más motivo.
–¿Y en esos casos qué se puede hacer?
–Ella lo grabó y lo subió a internet. Y ese audio sirvió de prueba del apartheid ideológico que tienen que soportar. Pero poco más se puede hacer.
–¿A los cubanos de a píe qué les llega de vuestra lucha o de la de los otros opositores?
–En ese aspecto queda mucho por mejorar. Los blogueros de la isla “queman” por ejemplo una versión off line de sus últimos post y la van repartiendo a mano en CD o en memorias flash. Curiosamente internet, al no estar extendido libremente por la isla, también limita mucho.
–¿Y qué es lo que piensan la gente de la calle? Porque si nos atenemos a las manifestaciones de apoyo al régimen, da la sensación de que apoyan a los Castro…
–El nivel de descontento es muy grande. Pero el país, como yo lo veo, como lo viví hasta hace un año, se sostiene en el mercado negro. Casi todo lo necesario para vivir, por supuesto los alimentos, entra por el mercado negro. Y eso el estado lo sabe y lo permite porque es un método que tiene para controlar. Si tú compras carne ilegal, tratarás de mantener el perfil más bajo posible para no destacar porque sabes que te pueden meter preso. Lo harán por motivos políticos, pero bajo la acusación de un delito común. Ellos se apoyan mucho en eso, en que no tienen presos políticos, que todos son comunes, pero claro utilizan la lucha por la supervivencia de la población como un método de control. Por eso creo que a la oposición le falta un poco de apoyo popular. La causa principal es años destruyendo la economía nacional.
–Precisamente la economía será muy difícil recuperarla ¿no?
–Muy difícil. Pero además, yo creo que la sociedad cubana está enferma en muchos sentidos. En lo económico, en lo social, incluso en lo moral, en los valores, en los principios que ellos enarbolaban como bandera. Se ha perdido muchísimo. La gente tiene que tener una doble moral, una doble cara, decir una cosa en el centro de trabajo, criticar las ilegalidades... Pero, cuando llegan a casa tienen que comprar, ilegalmente, aceite al vecino. Te obligan a tener esa doble moral.
–¿Por eso te fuiste de Cuba?
–Me fui para tener un futuro.
–¿Sentías ya el acoso?
–Estaba ya en trámites de salida. Son trámites que pueden llevar varios años. Coincidió con el principio de la espiral de represión hacia la oposición. Además, en ese momento conocí a otros blogueros, y fue como abrir los ojos.
–¿Qué hacías entonces?
–Estudiaba psicología. Y a largo plazo no tenía ningún futuro: graduarme y ganar un salario ejerciendo mi profesión que no me alcanzaría ni para medio mes de alimentos. No digamos ya de ropa, zapatos…
–Tú sales pero tus padres se quedan allí. ¿No tienes miedo por ellos?¿No tendrán problemas por lo que digas en tu blog?
–Sí. De hecho, yo hice un tramo del Camino de Santiago con otros cuatro chicos, tres de ellos cubanos, y cuando llegamos a Santiago de Compostela leímos un manifiesto a favor de las Damas de Blanco porque, en esos días, ellas sufrieron una escalada represiva tremenda. Y eso le llego a la Seguridad del Estado y contactaron con mis padres.
–¿Qué pasó?
–Me escribió un antiguo coronel que conoce a mis padres, muy ofendido. Me decía que parecía mentira, que qué rápido me había vendido al enemigo, que yo había estudiado en la universidad gracias a la Revolución y que me había vendido al mejor postor muy rápido…Al principio temí que eso pudiera traerles consecuencias a mis padres en el trabajo, pero hasta ahora no ha pasado nada. Lo cierto es que los hicieron partícipes. Yo no les había contado nada como una forma de protegerlos. Y me molesta mucho qué hace la Seguridad del Estado metida en un tema familiar. No tienen ningún derecho, pero ese es el nivel de injerencia que tienen en las vidas de los cubanos.
–Parece que consideran a Cuba como un cortijo de su propiedad exclusiva…
–Sí. Es su patio trasero. No creo que nos consideren personas, teniendo en cuenta a qué niveles llevan la represión.
–¿Intentan también bloquearos por medios técnicos?
–Sí, claro. Yo tengo muchas dificultades para comunicarme con mis amigos. A ellos les bloquean a cada rato, no sé como lo hacen, pero se nota que los mensajes llegan con varios días de retraso, o estás chateando y se cae el chat. Se ve que la mano de la Seguridad del Estado está entorpeciendo la comunicación.
–¿Has sentido esas presiones en España?
–Ante el Consulado en Barcelona siempre nos manifestamos con el preceptivo permiso gubernativo y ellos nos ponen contramanifestaciones sin tener el permiso. Nos gritan “esbirros”, “mercenarios”, “yanquis”… En Santiago nos hicieron un “acto de repudio” cuando llegamos al Consulado. Incluso hubo empujones, la cosa estuvo un poco fea. Pero, lo que más me llamó la atención es que ni uno era cubano. En las contramanifestaciones, aquí, no ves cubanos. Ves gente del Partido Comunista, es decir, afines al régimen pero que no son cubanos.
–Pero en España hay muchos cubanos viviendo…
–Sí, pero aquí estamos los que damos la cara y los que no. Y éstos se callan porque aquí tienen esa libertad al menos, la de no hacer nada. En Cuba, si te piden que vayas a una manifestación y no vas, ya estás marcado.
–¿Tenéis miedo los blogueros de que la represión vaya a más?
–Yo creo que sí. Y eso me asusta bastante. Lo que más me asusta es que no sé hasta qué punto son capaces de llegar, pero esta gente no conoce límites.
–¿Crees que este régimen tiene alguna capacidad de dialogar?
–No. Cada vez que hacen una declaración, sin decir nombres, pero haciendo alusión a algún opositor, se reafirman en su necedad, en sus conceptos tan anacrónicos.
–¿Y desde fuera qué se puede hacer?¿Qué pueden hacer la UE o España?
–Desde fuera, lo principal es movilizar a la opinión pública internacional y apoyar a la disidencia interna en todo lo que se pueda.
–Las movilizaciones de las damas de Blanco lo han conseguido…
–Sí. También la muerte de Zapata o la huelga de hambre de Fariñas han tenido una gran resonancia. Fue una vida que se perdió y otra que está en peligro, pero lamentablemente ha tenido que ser así para que se preste un poco de atención al tema de Cuba.
–¿Que te parece la intención del Gobierno español de levantar la llamada Posición Común de la UE sobre Cuba?
–Me parece indignante que intenten validar una dictadura. Objetivamente, la UE poco puede hacer. Acciones concretas pocas, pero esa Posición Común es un reconocimiento de que se violan los derechos humanos en ese país. De esa forma, al menos, les es más difícil a ellos vender la imagen de que son los buenos de la película. Y que Moratinos y Zapatero intenten cambiar eso me parece indignante como mínimo.
–Dicen aquí que mejor hablar con el régimen cubano…
–No estoy de acuerdo. Para hablar hace falta que las dos partes estén dispuestas a escuchar y ellos no han mostrado esa actitud en ningún momento. No veo posible ningún diálogo, sería un monólogo, como siempre.
–¿Ha servido el embargo de EE UU como medio de presión?
–Para lo que ha servido es para mantener la imagen del “enemigo antagónico”. Lo único que hace el embargo es dar armas a la dictadura para que continúe con la represión y la manipulación. En mi opinión, se debería levantar ya, principalmente para que se les acabe la justificación de todo lo malo que pasa en Cuba; la pobreza, la falta de medicamentos, de alientos, todo según ellos es culpa del embargo, del bloqueo ¿O es que la falta de libertad de expresión es culpa del bloqueo también? Si lo levantaran acabarían de ponerlos en evidencia. Es una justificación que llevan utilizando 50 años.
–Me temo que participas del “fatalismo biológico” de muchos cubanos, ese que dice que hasta que no muera Fidel no habrá nada que hacer…
–Sí, estoy de acuerdo. Este régimen se sostiene en un mito que paraliza a una gran parte de los cubanos. Por eso a veces pienso que Fidel está muerto y que el que aparece en imágenes, si se fija, nunca habla, es un doble. Si el icono de Fidel cae, el régimen caerá con él y los que ahora están en el poder necesitan tiempo. Estoy convencida de que muchos están engordando sus cuentas para salir de Cuba en cuanto este entramado se desmorone.
–Sí, estoy de acuerdo. Este régimen se sostiene en un mito que paraliza a una gran parte de los cubanos. Por eso a veces pienso que Fidel está muerto y que el que aparece en imágenes, si se fija, nunca habla, es un doble. Si el icono de Fidel cae, el régimen caerá con él y los que ahora están en el poder necesitan tiempo. Estoy convencida de que muchos están engordando sus cuentas para salir de Cuba en cuanto este entramado se desmorone.
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