respondiéndole a Natalia, de Santiago de Chile

Imagen: “Perdura lo que un pueblo quiere” ¿José Martí? en la sede del PCC de 21 y M del Vedado.

 

Me tomo la libertad de publicar el correo de la chilena Natalia que acude a mí en busca de información:

 

Saludos, Lía:

Me presento. Soy Natalia, vivo en la capital Santiago, de Chile. Hace ya algún tiempo le escribí un e-mail consultándole por un libro, pero ahora el motivo

es otro.  Le escribo no sin pudor e inseguridad... Me considero novata en el tema de escribir cartas - o escribir -.
Todo esto que usted lee se origina a causa de mi curiosidad.
Bien, leyendo los textos de su blog he descubierto, y con mucho agradecimiento, autores que me han sido muy gratos de leer y también muy difíciles de encontrar en mi país. ¡Qué manera de escasear ciertos libros! A pesar de que aquí existen tantas librerías, y tantas editoriales.

 

Muchos de los autores que Ud comparte han sido disidentes, algunos dentro de Cuba y otros pertenecieron a aquella "literatura prohibida" en la época

de la URSS. Respecto a esto, mis primeras dudas:
¿Venden libros de estos autores, cubanos o extranjeros, aún en librerías cubanas? ¿Cómo fue descubriendo a estos autores, recuerda? ¿Hubo algún estímulo especial, me refiero a parientes, cercanos? ¿Y cómo ha conseguido sus libros? Por ejemplo, ¿venden allá a Milan Kundera?
¿Hay un sistema alternativo donde usted adquiera libros?

No he viajado a Cuba; estas visitas virtuales me han aguijoneado la curiosidad, asimismo me animé a intentar entablar una comunicación más directa que espero resulte.

Tengo dudas respecto a su vida cotidiana...
¿Ud va a la universidad? ¿Es gratuito, hay libertad para escoger la carrera?
Si no, ¿a qué se dedica?

Si hay algo que no comprendo bien es esto de su doble moneda.
A veces la idea que extraigo de los textos de otros blogeros es que pareciera ser todo tan apretado, en extremo, paupérrimo. ¿Es tan así?


Espero que haya sido de su agrado y de confianza. Mis dudas se las transmito sólo con el fin de conocer, no lo mal entienda.
No poseo blogs o cosas así, sólo soy lectora de algunos, en caso de que usted quisiera saber más. Pero si gusta pregunte.


Un gran saludo y mis mejores deseos.

Natalia

Natalia, seré no tanto breve como escueta: puedo entender tu desconocimiento sobre Cuba, en tanto seas lectora de los blogs menos indicados para estar al tanto de nosotros aquí dentro.

Sí, me gustaría saber qué blogs sigues para estar tan desinformada. Sé que Cuba es un tema mediatizado hasta el colmo, manipulado y distorsionado por campañas publicitarias que subvenciona la mayoría el mismo gobierno. Pero si en serio sigues mi blog, muchas de tus dudas desaparecerían. Si lees a Yoani, por ejemplo, no creo que ningún punto del que me dices no saber nada de estas pequeñas dudas que tienes estén sin tocar por ella. La mayoría de los sitios oficiales resultarán burlescos pese a todo para casi el gran número de los que están al tanto del tema Cuba online. Para que tengas una idea: este es un periódico virtual por supuesto, en vivo (Órgano oficial del Partido Comunista de Cuba) no tocarían el tema, sólo hablan de la “credibilidad” que debería darle el pueblo (sin computadoras, sin internet) a la Red, que se presta para todo.

(…) Fue "fabricada  para  parecer  una  joven  inconforme  de  su

   cotidianidad,  y  no  una  política",  pero  "no solo habla de

   política"  sino  que  "hace política" y "organiza reuniones de

   blogueros  'libres',  es  decir,  políticamente  definidos  en

   contra de la Revolución", apuntó Granma Internacional.

Ya saldrás de dudas posiblemente: ahí lo tienes: ellos parecen admitir entonces que los que somos libres lo somos precisamente por estar en contra, de lo que se desprende entonces que todo el que la sigue (a la re-Involución) estará lejos de serlo. Dicho de una manera muy simple y asimilable para todos. Muy bien! Aunque si no lo tienes bien esclarecido todavía aquí te dejo un artículo del blog Lápiz y Nube al respecto: Los bloggers contra el muro.

No, no asisto a la Universidad. Aunque es “gratis” (el graduado como sucede en todos los países deberá trabajar dos o tres años de servicio social: igual a: salario miserable) hay una cosa que se llama Juventud (FEU, federación de estudiantes universitarios, todos los que estén fuera serán llamados indistintamente: “universo juvenil” expresión que se prestaría a una buena parodia) encargada de atosigar y controlar a todo el que se salga del perfil “revolucionario”. Cuestión esta que ya casi nadie entiende pero que se sigue repitiendo ad infinitum. La juventud (con minúscula) cubana es una mezcla de ignorancia, incultura, desánimo, descreimiento, insensibilidad y carencia total de ideología: justo lo que se entendería como el concepto de “revolucionario”, si salieras a la calle con una camarita y recogieras opiniones a la gente tendrías como resultado respuestas apremiantes de primer sospecha, después miedo, y siempre estupidez. La miseria (humana y física, real, la que se ve en el deterioro de la ciudad, idénticamente al deterioro de la calidad humana, esto va intrínseco) puede más que las ideologías. Ninguno de los libros medianamente censurados de los que hablas (Kundera, etc) se han publicado ni publicarán jamás en un lugar donde la censura es ley. Pocos autores jóvenes cubanos escapan a ella, únicamente haciendo concesiones, mutilando sus textos, pensando a coro. Es poco lo que te puede parecer desde lejos la realidad cubana. Si tienes una mala impresión: pues duplícala o triplícala. Las carreras “interesantes” tiene pocas plazas, para acceder a ellas tienes que o ser hijo-de-papá o haberte sacrificado en un preuniversitario al campo: sí trabajo forzado en el campo, así es como se traduce. Estos “pre al campo” desaparecieron supuestamente este año, pero no las jornadas de trabajo al campo, donde se supone que los jóvenes estudiantes tengan que ayudar con su sudor (que esto no mata a nadie, por favor) a echar pa´lante la economía nacional… si te quedara alguna duda, sí: estoy siendo más que irónica. Cuba no es un país “vivible”. Y sus habitantes (la masa, el pueblo) son cada día menos “personas” y “pensantes”. Aquí es donde entra el espacio virtual: nuestra libre expresión (derecho tomado por la fuerza, despacito, sigilosamente o a gritos hasta que molestemos lo suficiente a “los de arriba”) trata de tambalear por lo menos la opinión pública del exterior, que compra todo el tiempo esta imagen turística y surrealista y al fin y al cabo le parece de lo más encantadora: después de todo, no, los nativos no están tan mal.

 

 

beso, Lia

 

free speech for Cuba!