El día ha salido redondito.
Iniciamos nuestra peregrinación sobre las 9:45am. Podrá parecer que era un poco tarde pero no es así, a esa hora estaba escasamente claro el cielo y aún tras más de 20 minutos de caminata, al respirar, se quedaba suspendido en el aire ese vaho a causa del frío que los cubanos llamamos “humito”.
En cierto momento nos encontramos con una pequeña y realmente antigua iglesia que se encontraba aproximadamente a 50m del camino. Incluía un pequeño camposanto en su patio y según rezaba un cartel, data del siglo II.
En su interior nos hicimos con los pasaportes de peregrinos por 1 euro, y cada cierta distancia hay puntos en los cuales se le pone un sello, como prueba de que se ha recorrido el camino sin trampas.
Existía la posibilidad de encender una vela, lo cual hicimos pidiendo que la libertad y un cambio lleguen muy pronto a Cuba. En este punto quiero acotar que hasta el momento no profeso fe a religión alguna, aunque si respeto todas las creencias; pero por si acaso… pusimos la vela.
Las muestras de solidaridad han sido asombrosas. La gran mayoría de los que se cruzaban con nosotros (de muchas nacionalidades) primero se mostraban curiosos y neutros (supongo que por no saber a primera vista si éramos pro o anti-castristas). Al intercambiar algunas palabras enseguida se pronunciaban a nuestro favor, nos deseaban muchísima suerte y leían con mucho interés los volantes que vamos repartiendo.
La experiencia de hoy ha sido genial, estamos todos cansados, tenemos un semi-lesionado y casi todos tenemos contracturas musculares… pero anímicamente estamos como nuevos. Ser la única mujer del grupo también tiene sus ventajas… ciertamente los chicos me ayudan muchísimo y son súper atentos conmigo en todo sentido.
Sobre el mediodía, mientras hacíamos una pausa para almorzar algo dimos una entrevista en vivo para Radio Martí por teléfono. Continuamos el camino conversando, haciendo algunos chistes, deteniéndonos a descansar unos minutos después de algún tramo especialmente difícil… en fin, disfrutando de la experiencia.
El Camino de Santiago no es como algunos se puedan imaginar un sendero llano o my fácil de recorrer… todo lo contrario: no faltan los obstáculos naturales, las partes enlodadas, las piedras muy resbaladizas con agua corriendo entre ellas. El paisaje es sencillamente y a falta de una palabra mas apropiada: Precioso; justo como lo imaginaba… repleto de casitas y pequeños poblados, algunos abandonados, otros no… pero con una apariencia realmente antigua. Son de piedra en su gran mayoría excepto algunas casas modernas en algún que otro caserío.
Llegamos al albergue entre las 5 y las 6 pm después de atravesar un puente muy estrecho y largo que como colofón para los caminantes tiene una escalinata y un arco de piedra que sirve de entrada al pueblo.
Después de ducharnos dimos otra entrevista a Radio Mambí y salimos a caminar un poco por la villa.
Cuando cenábamos, una familia que recorre el camino y con la que nos cruzamos varias veces se nos acercó a pedirnos algunos volantes y estuvimos conversando un buen rato. Fue curiosa la expresión que utilizó uno de ellos a modo de despedida:
Mejor los dejo y me voy, que comienzo a hablar del tema y a molestarme. Les deseo muchísima suerte y que la situación en Cuba cambie muy pronto.-
Ellos vivieron en Cuba algunos años… entre el 1955 y 1967 si no recuerdo mal, y dicen haber dejado el país por no estar de acuerdo con el rumbo que estaba tomando la situación.
En eso andamos… varios medios y agencias de prensa se han hecho eco de nuestra acción… entre ellas EFE.
El viernes cuando lleguemos a Santiago de Compostela tenemos pensado hacer una manifestación frente al consulado cubano, desde ya quedan invitados y convocados todos los que puedan asistir.
1 ¿que tu crees?:
Deya.
¡Qué lindo lo que hacen!
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